En la era digital actual, el uso excesivo de pantallas es un fenómeno cada vez más común y preocupante. Es por ello que agradecemos a Paulina Gordillo Tejada, por invitar a la Dra. Verónica Jiménez a formar parte de los especialistas que analizan este preocupante tema en su artículo para la revista Mundo Diners, este trabajo destaca cómo este problema está afectando nuestra salud mental y emocional. Con el aumento de la dependencia tecnológica, es crucial entender los riesgos y buscar formas de mitigarlos.
- La Eucaristía Digital: Una Realidad Contemporánea
Byung-Chul Han, un filósofo surcoreano citado por Gordillo, describe la relación que mantenemos actualmente con la tecnología como una «eucaristía digital». En este contexto, los dispositivos electrónicos y las interacciones en redes sociales se han convertido en rituales cotidianos. Cada «like» es visto como un amén, compartir contenido es una forma de comunión y consumir información es la redención moderna. Esta metáfora resalta cómo la tecnología ha permeado todos los aspectos de nuestra vida, muchas veces de manera insidiosa (Revista Mundo Diners).
- Consecuencias en la Salud Mental
En el reportaje se aborda como eje principal las consecuencias que tiene esta dependencia digital en nuestra salud mental, la neuropsicóloga Verónica Jiménez, especialista en trastornos de la niñez y adolescencia, refuerza esta línea. “Hay estudios de imágenes cerebrales que demuestran que la sobreexposición a las pantallas está asociada a una atrofia del cerebro, a cambios en la materia gris y la materia blanca. Esto influye en la eficiencia de la comunicación neuronal. Recordar un hecho histórico o memorizar la tabla de multiplicar se vuelve un problema, porque el cerebro solo alberga información que acaba de recibir”.
Jiménez señala, además, que en las consultas se constata un aumento significativo de trastornos como la ansiedad o la depresión vinculados al exceso digital, y problemas relacionados con la atención y la concentración: “Se genera lo que se conoce como atención dividida crónica, que puede llevar a dificultades del aprendizaje y de retención de la información a largo plazo”.
Según lo explica Jiménez, tenemos un síndrome que se llama vamping, y que se da en personas que pasan hasta las tres o cuatro de la mañana escroleando. “La mayoría de adolescentes que debuta con una crisis de agresividad refiere no haber podido dormir las últimas semanas por haber estado jugando, revisando sus redes sociales o viendo videos”. (Revista Mundo Diners).
Los testimonios recogidos en el artículo de Mundo Diners muestran cómo la adicción a las pantallas y los videojuegos puede consumir gran parte del tiempo de los individuos, llevándolos a descuidar sus responsabilidades y relaciones personales. Un joven, por ejemplo, confesó haber llegado a jugar videojuegos hasta doce horas al día, afectando su vida social y académica. Este tipo de comportamiento, impulsado por la accesibilidad y el atractivo de los dispositivos electrónicos, resalta la urgencia de abordar este problema de manera integral.
- Estrategias para Mitigar el Impacto
Para contrarrestar los efectos negativos del uso excesivo de pantallas, es esencial implementar estrategias efectivas. Aquí algunas recomendaciones:
- Establecer Límites de Tiempo: Determinar horarios específicos para el uso de dispositivos y asegurarse de tomar descansos regulares.
- Fomentar Actividades al Aire Libre: Participar en actividades físicas y sociales que no involucren el uso de pantallas.
- Practicar la Desconexión Digital: Reservar momentos del día para desconectar completamente de los dispositivos electrónicos.
- Promover la Interacción Cara a Cara: Valorar y fomentar las interacciones personales y las actividades grupales en el mundo real.
El uso de pantallas es una realidad ineludible de nuestra era, pero es fundamental encontrar un equilibrio saludable. Reconocer los riesgos y tomar medidas para gestionarlos es clave para mantener nuestro bienestar mental y emocional. Para una lectura más detallada sobre este tema, te invitamos a visitar el artículo completo en la revista Mundo Diners